Tengo el honor y el gusto de decir que el Juan es mi amigo, y que amo lo que él hace.
Es que simplemente me flipa, lo admiro y me encanta su discurso; su hablante degradado al extremo de ser heroico. Me acerca y me hace amar a eso que nos enseñaron que era malo, viéndolo de colores y sintiendo una nostalgia de algo que no me es propio, pero que tampoco me resulta lejano.
Un día mi mamá llegó
apareció diciendo:
“Anduve en las minas de Lota
bajé quinientos metros
y me interné ochocientos
por debajo del mar
escuchándome el corazón
oscura
ciega
(lo único que reconocía de mi mamá
eran sus ojos)
mi vida era recoger carbón
a la orilla de la playa
y gastarme los zapatos
por un poquito de casa
mi dolor era que siguieran vivos sin mí
mis niños tan lindos
la virgen, que guarda mi dolor
la tengo como testigo
tengo hasta fotos de cerros de carbón
por donde yo vivía
fotos de mí negra
en Lota las manos son de nadie
el frío es para todos”
apareció diciendo:
“Anduve en las minas de Lota
bajé quinientos metros
y me interné ochocientos
por debajo del mar
escuchándome el corazón
oscura
ciega
(lo único que reconocía de mi mamá
eran sus ojos)
mi vida era recoger carbón
a la orilla de la playa
y gastarme los zapatos
por un poquito de casa
mi dolor era que siguieran vivos sin mí
mis niños tan lindos
la virgen, que guarda mi dolor
la tengo como testigo
tengo hasta fotos de cerros de carbón
por donde yo vivía
fotos de mí negra
en Lota las manos son de nadie
el frío es para todos”
fue lo que dijo antes de irse.-
Del libro Compro Fierro
Juan Carreño
Ediciones Balmaceda Arte Joven.
Santiago, 2010. 84 pp.
Santiago, 2010. 84 pp.
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