Los tiempos del grunge

No sé qué mierda me ha dado por recordar mi adolescencia, quizás sea porque lo que veo no me gusta, me cansa, me agobia, a pesar de que amo lo que hago y me siento profundamente libre, a cambio de la gente que trabaja como esclava, a sabiendas de que le pagarán una miseria que casi ni se nota porque es una tarjeta con su número de RUT, pero mal.

Supongo que lo que añoro, de cuando era grunge, es que todo me afectaba sobremanera. Teníamos con mis amigos esa sensibilidad a lo Cobain que nos dejaba inmóviles, casi tetrapléjicos, sentados en la cama y con el pelo en la cara. Con los ojos llorosos e inmensamente bellos, sufríamos porque nos dejaban salir hasta temprano o porque fulanito, que pretendíamos pareja, finalmente terminó besando a Macarena, nuestra amiga, que estaba en su casa, seguramente en la misma pose, tremendamente arrepentida. Pero era un gesto! Pusilánime, por cierto, pero gesto al fin y al cabo. Ahora en cambio, hay que pretender, hay que fingir que todo está perfecto, que nada nos afecta, hay que editar, presentar, animar, con el corazón hecho mierda pero qué va! Mira Ángela, que si demuestras que te afecta ya les das en el gusto y entonces logran la atención y con eso el miserable cometido de ratas. Sin embargo yo quisiera nada más sentarme una vez más en mi cama por horas, con el pelo en la cara y rumiando:

My girl, my girl don't lie to me

tell me where did you sleep last night

con carita de monga y los ojos llorosos. Me encantaría poder pedir cobijo 

a mis amigos (y con eso no me refiero a que me presten el libro de Felipe Ruíz), 

saber que confío en ellos, pero este mundo culiao es un pañuelo no? 

si mejor es ni confiar en la propia sombra,

nadie sabe para quién trabaja,

camarón que se duerme se lo culean los cangrejos y ba! 

que si llego el viernes a LDDS con 

camisa de franela, jeans rotos y bototos no se extrañen.

Cariños a todos… o casi todos XD