El perfil de cualquiera se parece a la jerarquía piramidal de los depredadores. Desde que se dió cuenta de aquello, puso un segundo espejo en el baño para mirarse de costado, a través del primero, poniendo cara de águila o guepardo. En el peor de los casos se intuye gacela.
Alguien, mientras tanto, la mira desde afuera y, con sonrisa maliciosa, le dice:
Pasto.
Nunca serás mejor que el pasto.
Buen escrito...
ResponderEliminarVeré qué más tienes en tu blog...
;)