Paredes

Hoy temprano me encontré gratamente sorprendida con esta entrevista que le hicieron a Paredes en un matinal, del canal de Conce,  pues creo que es muy claro respecto a la condición escritural que viven las generaciones poéticas, contemporánea y la que nos está sucediendo. Sobre todo respecto a la orfandad discursiva en la que nos encontramos, precisamente porque puede decirse cualquier cosa ya que no existen enemigos latentes contra los cuales rebelarse, eso sumado a la sensación de urgencia de hacer cosas y de establecer discursos, frente a un país extático, en el cual no sucede nada claro desde la vuelta de la democracia.

También me parece genial la observación de que, ante esta carencia, comenzamos a escribir, rebelándonos contra nosotros mismos, identificando, en nuestra propia corporalidad, situada en un espacio temporal, los síntomas de esta contingencia histórica que nos resulta tan abominable.

La verdad es que haber hecho talleres en colegios tan la raja me ayudó bastante a identificar estas problemáticas en los alumnos y a entender que la escritura que se está haciendo ahora, a partir de la vivencia de chicos que nacieron en democracia, parece responder a las mismas interrogantes de los que nacimos en dictadura y que, lamentablemente, conocimos un país peor que el que ellos heredaron y agradezco, enormemente identificar nuevas propuestas a antíguas consignas que son más limpias, con más pasión y más cariño. 

Espero que le pongan especial atención a lo que Pablo señala de la apertura de nuevas "esquinas" en las que comenzamos a juntarnos para encontrar pares que están estableciendo discursividades afines en tópicos y estéticas, para generar "pandillas" poéticas, colectividades que finalmente fortalecen cualquier acción, pues coincido en la idea de que es, absolutamente necesario y con la editorial estamos trabajando en ello, a partir de los talleres y las lecturas en LDDS que, finalmente son espacios abiertos para la comunión entre gueones generosos como Hernández y el mismo Paredes, quienes se han armado de herramientas entre tanto palo de ciego, y muchachos que están recién comenzando y que mucho pueden aprender de las experiencias que uno mismo ha acumulado en el medio literario para no morir en el intento, y así ahorrarles algo de tiempo; pero que también pueden entregar una visión distinta de este Chile que necesita una reescritura urgente.

Que lo disfruten.