Nacer en marzo cuando todo se está muriendo
para vivir la vida sabiendo que ésta se acaba.
Mi corazón es un reloj de campanas en alarma constante
que busca con su vibración el precipicio.
Si la luz dejara en paz a mis ojos, ya no podría ver mi cara
que, como las fucsias, florece boca abajo.
Me intuyo piedra, soy raíz
a pesar mio.
Estas manos no dan para nada en la conciencia limpia
pues cada año que pasa me convierto en otra.
Hijos, no se acerquen a mi vientre
porque éste año me quiero quedar sola.
En éste mes de hojas amarillas y rojas volveré
a emerger del agua que se aposa tras las primeras lluvias
totalmente dispuesta a interpretar nuevamente la vida.
Sólo me basta con que quede constancia
de que las zarzas que me hacían reír de niña, hoy me hacen llorar a gritos
porque en enero las moras, cual ojos de moscas me devuelven ésta imagen multiplicada
casi un año más vieja
tratando de volver a empezar
Arriba el animo!!!!!!!! un año más no significa ser más vieja ya que como dice mi abuela de 95 años "viejos son los trapos".
ResponderEliminarLa vida nos pone siempre duras pruebas que sirven para templarnos. Es como si fueramos un guiso que necesita del "dolor" del fuego para que sus ingredientes se mesclen y así poder dar lo mejor de nosotros.
Arriba el animo y a vivr con garra este nuevo año!!!!!!!!!!